La presencia de la madre en el primer año de vida es vital para la salud mental y afectiva del niño, afirmó el titular de Paidopsiquiatría del IMSS en Jalisco, José Ignacio Rendón Manjarrez, ya que, desde recién nacido, el niño necesita la cercanía del rostro de la madre para sentar las bases de los preceptos, que llevará por el resto de su vida.