(722) 271 1075
mbh@ecca.org.mx

Blog

El valor de la humildad

La humildad nos ayuda a ubicarnos. A reconocer nuestros alcances reales: las propias habilidades y debilidades.  Es saber respetar a los demás, no infravalorar a nadie, no considerarse superior y mantener una actitud permanente de aprendizaje.

Una persona humilde tiene presente a los demás, considera las necesidades de otros y es capaz de aceptarse “en verdad”. Por ello tiene relaciones más fuertes y sinceras.

La principal forma de enseñar es a través del ejemplo. 

Si tu hijo juega algún deporte en equipo, puede aprender a través de la experiencia que no siempre se gana… y quizá uno de los grandes aprendizajes que puede adquirir es a aceptar la victoria y la derrota en su justa proporción: sin ridiculizar ni menospreciar a quien pierde y sin vanagloriarse, cuando gane.  

Un buen deportista respeta siempre al rival. Lo felicita si ha sido vencedor y reconoce el mérito del logro.

La humildad es indispensable para aprender a ver las cosas desde la perspectiva correcta y en su justa proporción. Valorar el esfuerzo. Propio y ajeno. Apreciar la verdad: ser objetivos. Reconocer el aprendizaje alcanzado y motivarse a seguir desarrollando las propias capacidades. 

Es un proceso de toda la vida, por eso, especialmente los abuelos pueden ayudar a transmitir este valor. Vale la pena aprender a escucharlos y aprender de las experiencias valiosas que quieran compartir. 

¿Cómo enseñas el valor de la humildad en tu familia?

Post a comment