Organizar el tiempo y mantener orden en los espacios donde estemos, es un hábito que hace más fácil la vida diaria y que podemos aprender. Es también importante para impulsar el desarrollo intelectual de los hijos porque ordenar algo, exige clasificar y jerarquizar los objetos.
Vamos a empezar con el hábito de ordenar los lugares.
Para desarrollar este hábito en los niños se puede empezar por definir un lugar para cada objeto y explicarlo. Así, cuando los hijos e hijas saben en dónde tienen que dejar su ropa sucia o en dónde tienen que acomodar sus zapatos, se van haciendo responsables de mantener el orden. Nuestros comentarios de reconocimiento a su participación, van a servir como estímulo para motivar que sigan colaborando y, además, ayudan a que se reconozcan a ellos mismos como personas capaces.
Es un proceso que puede desarrollar la disposición para estar atentos a tener la casa ordenada. Animarles a que, por ejemplo, si ve una basura tirada, la recoja y la lleve al cesto de basura.
Nos corresponde estar alertas para aplaudir los esfuerzos de colaborar.
Recuerda que es importante ser pacientes. Las cosas no salen a la primera… Al inicio no existe el hábito. Justo es lo que queremos desarrollar. Pero si nosotros lo practicamos constantemente, vamos a darles un recurso que les será de gran ayuda en cualquier etapa de su vida.
¿Cómo fomentas la organización en el hogar?
ECCA: aprender para educar mejor
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