El consumo de drogas debe ser visto como un problema de salud porque afecta la salud mental, social y familiar, y no hay que criminalizar a los usuarios, dijo hoy Juan Ramón de la Fuente, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Se debe cambiar la imagen de que el consumidor es un criminal.
Como médico estoy en contra de que alguien use drogas, pero también de que sea catalogado como un criminal pues es un enfermo al que hay que ayudar”, expresó el médico y psiquiatra.
En un comunicado, la UNAM informó que De la Fuente tuvo una charla con los jóvenes de la Escuela Nacional Preparatoria Número 6, en la que expresó que para combatir este problema es necesario hablar de frente y sin miedo.
“Una forma para lidiar con el problema de las drogas es hablarlo con libertad y abiertamente, aceptar que está en todos lados”, señaló.
El también coordinador del Seminario de Estudios sobre la globalidad de la UNAM dijo que de 2002 a 2016 se ha incrementado considerablemente el consumo de drogas, sobre todo marihuana, cocaína y anfetaminas, “muestra de que la “guerra” contra ellas no ha funcionado.
“Para ustedes debe ser una llamada de atención, pues están más expuestos que sus compañeros a inicios de este siglo. Al final, tendrán que asumir una decisión y esa la deberán tomar conociendo los riesgos que conlleva”, expresó.
Explicó que según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016, en sitios como Baja California, Nayarit, Jalisco y Quintana Roo se ha incrementado el uso y venta de estupefacientes.
“Pero el hecho de que las cifras no aumentaran en la Ciudad de México no significa que el problema haya disminuido, sino que ya se consumía bastante”, agregó.
Señaló que es importante revisar las políticas públicas contra las drogas que se han implementado en México.
“Debemos revisar cómo lo estamos haciendo para ver si lo podemos hacer mejor. El problema está creciendo y nadie está exento, nadie es inmune”, resaltó.
Señaló que existen sustancias que son más adictivas que otras y por eso es importante la información.
“La edad del usuario es clave, toda droga que comience a usarse antes de que el sistema nervioso central esté maduro es más perjudicial (entre los 18 y los 21 años)”, destacó.
La cannabis, ejemplificó, usualmente genera ansiedad en los principiantes, y su consumo en dosis altas lleva a presentar síntomas psicóticos.
Dijo que la adolescencia es una etapa pésima para consumir drogas, pues se suele mezclar con alcohol y tabaco, una bomba para el hipocampo y la corteza prefrontal, en donde generan alteraciones neurocognitivas.
Entre las consecuencias, prosiguió De la Fuente, destaca la afectación al rendimiento escolar, problemas familiares; en el caso de los mayores de edad, problemas laborales, pero el mayor riesgo es cuando ante la adicción se cae en conductas criminales, concluyó.
La UNAM vive desde hace meses una fuerte polémica por el consumo y el tráfico de drogas a pequeña escala dentro del recinto, una problemática que se agravó en febrero pasado, cuando dos personas murieron en un tiroteo desencadenado en la Ciudad Universitaria, en el sur de Ciudad de México, por una riña entre presuntos vendedores de drogas.
Tras estos hechos, el rector de la UNAM, Enrique Graue, declaró que continuará con políticas de control y disuasión del comercio de drogas a pequeña escala pero descartó medidas “más agresivas” de seguridad.
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