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El sentido de vida no se encuentra SE CONSTRUYE. 

Es una responsabilidad personal definir:

1. Qué queremos de la vida. 
2. Por qué 
3. Para qué 

¿Hacia dónde queremos dirigir nuestros esfuerzos?

No existe un destino predeterminado para nadie; ni una vocación instalada en nosotros que necesariamente haya que cumplir… Con las decisiones de cada día vamos construyendo con esfuerzo y tenacidad lo que queremos alcanzar. Por eso es indispensable formar  buenos hábitos, definir claramente las prioridades y valores y capacitarnos para tener el mejor nivel de desarrollo personal y profesional.

Tenemos la posibilidad de construir nuestro futuro. Por eso es importante enseñarle a nuestros adolescentes que cuentan con nosotros para ayudarles a identificar sus cualidades; analizar las posibilidades que tienen para desarrollarlas y encontrar lo que les genere mayor alegría y serenidad.

Tener claridad en el sentido que queremos darle a nuestra vida, ayuda a tomar mejores decisiones porque permite ver más a largo plazo. 

A veces se toman decisiones impulsivamente: porque es la primera opción que se encuentra; porque la publicidad nos atrapa; porque nos sentimos bajo presión… Es fácil entonces que se tomen malas decisiones y lleven a situaciones dolorosas. 

Vale la pena hacer un espacio para reflexionar qué sentido quiero darle a mi vida. 

Sería ideal poder comentarlo con los seres queridos, porque ayuda a fortalecer la relación y permite ver más claramente las prioridades.

Conforme maduramos podemos ir encontrando un sentido cada vez más profundo. 

¿Te has preguntado cuál es el sentido de tu vida?

1. Sí
2. No. No me interesa.
3. No. No lo había pensado

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