¡Es una pregunta que todos quisiéramos responder! La realidad es que existen múltiples factores que pueden conducir al consumo. Pero hay un hecho que lo hace más probable: si en el entorno social hay fácil acceso a sustancias, como alcohol y cigarrillos, por ejemplo.
Es común que se consuman en la adolescencia debido a inseguridades o a un deseo de aceptación social.
Las personas adultas tenemos que tener cuidado en desarrollar capacidades propias y de los adolescentes, para fortalecer la seguridad personal. También conviene que les ofrezcamos posibilidades de participar en diferentes actividades constructivas donde puedan conocer a personas con intereses afines.
A los adultos nos corresponde presentar alternativas para que los adolescentes no vean como algo “normal” el consumo de alcohol, de tabaco y de otras sustancias. ¿Qué hacer?
- No asociar el consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco a situaciones graciosas.
- Que no formen parte fundamental de nuestras costumbres de familia.
- Que no se vea como un “requisito” para ser aceptado en un grupo.
- Que no sea lo fundamental para organizar una celebración. El alcohol, por ejemplo, es un elemento más de la fiesta. Pero no el principal.
- Definir que el alcohol es una sustancia que puede consumirse de forma moderada por personas adultas. Nunca se recomienda para menores de edad.
Cuéntanos: ¿Qué haces para que tus hijos sean conscientes del riesgo del consumo de alcohol o tabaco?
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ECCA: aprender para educar mejor
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