“No aceptes dulces de un desconocido” se ha convertido hoy en “No aceptes solicitudes de amistad de un desconocido” y “No publiques demasiada información personal”. Los adolescentes, e incluso los niños, son los blancos más comunes.
Cuando un desconocido pregunta si te gustaría conocerlo en persona, la respuesta más segura es “no”.
El problema de comunicarse con alguien en línea es que nunca sabes de verdad en qué tipo de situación te estás metiendo.
Siempre debes de evaluar los pros y los contras. Con quién compartes tu información personal y cuánta información compartir.
Permitir que tu localización sea pública es algo que puede ser un riesgo. Si publicas en dónde te encuentras, todos los que están como “amigos” van a saber dónde estás.
Conclusión:
1.- Protege tu privacidad. Asegúrate de que la configuración de la privacidad se encuentre siempre activa y recuerda que no debes compartir demasiada información.
2.- Haz caso de tu intuición: En el momento en que una conversación te haga sentir incómodo, o tu intuición te diga que te salgas de internet y apagues la computadora, hazlo y cuéntale a un adulto.
3.- Mantén una línea abierta de comunicación con tus padres y compañeros: Hablen acerca de las experiencias buenas y malas que han tenido en línea. Pueden aprender de sus propios errores para no repetirlos.
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